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Inerte página en blanco" es la primera novela clásica del siglo XXI. Su profundidad es conmovedora. Su contenido es impresionante: una cuartilla sin la mácula de las letras, pura, libre de todo compromiso político, social o meramente estético. Un canto de esperanza a un futuro mejor donde pueda adquirir un argumento repleto de párrafos. Refleja el único modo consecuente de encarar el arte de la novelística en estos tiempos.
Libre del hipócrita "derecho de autor" puede ser reproducida por cualquiera, sin limitaciones. El contenido íntegro se muestra en este blog (
Link). Ha sido publicada sólo en formato electrónico. Como se espera de una obra de arte actual, al texto añade imágenes y sonidos. El autor, por supuesto, es anónimo. A pesar de ello, es básicamente una obra autobiográfica que describe los grandes acontecimientos de la vida de una joven nacida en los ochenta, en una familia acomodada, y que no se interesa ni por la prensa, ni por la política, ni por los demás. Ajena a un mundo que le es ajeno, su única historia posible es una página en blanco. Las imágenes de su vida han quedado en un eterno primer cuadro. El sonido que la acompaña es un profundo silencio que en ocasiones aturde, otras desconcierta.
La impronta de este siglo XXI en "Inerte página en blanco" se manifiesta en que no estamos ante una idea original. ¿Quién no ha leído sobre el célebre "Cuadrado blanco sobre fondo blanco" del pintor ruso Kasimir Malevitch?. El objetivo de esta novela no es homenajear la obra anterior ni mucho menos generalizarla. La intensión precisa es copiarla. He ahí su originalidad. Es además el primer libro que logra deshacerse de la barreras del idioma para nacer como un texto universal (salvo el título, por supuesto, que ha sido ya traducido a mas de 60 idiomas y dialectos).
Los críticos no nos ponemos de acuerdo respecto a su clasificación. Las diversas opiniones son dispares. Algunos la catalogan como una comedia costumbrista otros ven en ella el profundo drama del peligro ineludible a inminente de una guerra que nos borre de la faz de la tierra. Los estudiosos de esta obra comparten un único detalle en común: las criticas de la obra son las más breves en la historia del arte. Nosotros nos sumamos a esta tendencia esperando que disfruten al máximo del primer clásico moderno.