En casa podemos decir con orgullo que ya leímos el Quijote. Hoy celebré con mi esposa y los niños. Ahora quiero compartir nuestro entusiasmo con ustedes. Cuando tuvimos ante nosotros aquel volumen inmenso, pensamos que no lo lograríamos. Es cierto que los pequeños leyeron menos que mi señora y yo, pero ayudaron en capítulos difíciles, como el curioso discurso que hizo don Quijote de las armas y las letras, demasiado denso para mi gusto. Yo comencé la lectura, y tras el cuarto capítulo tuve que pedir a mi mujer que me relevara. Ella se fue al parque con el libro en su bolso y regresó con diez capítulos leídos y un espectacular par de zapatos. Luego nos sucedimos frente al texto, de acuerdo al ánimo y tiempo de cada uno. Tardamos once meces, pero valió la pena.
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2 opiniones inteligentes:
No hay nada como leer en familia, lo de menos es enterarse de la historia.
Me rio mucho con tus post, aunque no siempre comente, suelo leerlos todos. Saludos.
jajajaajaja Seguiré intentándolo, siempre me ha vencido a los quince minutos, claro que no me lo llevo al parque con los niños. Igual si les leo el quijote me respetan más, o se duermen antes, no sé.
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