Han comenzado las negociaciones con la colonia extraterrestre que nos invadió el año pasado. La prensa especula que cederemos a los africanos, como un souvenir que podrán llevar de regreso a su galaxia, a cambio de la libertad para el resto de los terrícolas. Durante estos últimos meses los alienígenas han intentado convencernos de su filantropía, sin escatimar gastos en publicidad. Aseguran que garantizarán los derechos fundamentales y las necesidades básicas de los terrestres que participen en el proyecto. También se han disculpado hasta la saciedad ante quienes soñaron con el viaje espacial que nunca podrán realizar: estrictas normas metagalácticas impiden elegir ciudadanos contaminados por los vicios de la civilización. Me cuento entre los pocos que desconfían de sus buenas intenciones. Prefiero quedarme en casa.
De las historias que guardo en el Desván de la Memoria.
3 opiniones inteligentes:
Yo tampoco me fiaría mucho de sus intenciones. Además no me apetece nada viajar por el espacio, que tengo vértigo.
Un saludo
El mejor marciano es el marciano muerto.
¡No, yo no he dicho eso!
Felisa, hasta que el AVE no llegue a Marte, no vale la pena aventurarse por esos mundos.
Kermit, como eres tan verde, pensaba que eras uno de ellos. Prejuicios que arrastra uno.
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