Hoy todos somos Federico Jiménez Losantos. Según la sentencia del juzgado de lo Penal número 6 presidido por, ¡oh, ironías del destino!, Inmaculada Iglesias, el popular provocador público ha sido condenado a pagar 36.000 euros (en cómodas cuotas de 100 euros al día por 12 meses) al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, por un delito de injurias con publicidad.
Esta sentencia condena a todos los que marcamos la casilla de la iglesia en la declaración de la renta, que tendremos que cargar con los gastos; y vulnera el elemental derecho a odiar al prójimo con todo nuestro corazón, como nos muestra cada día la COPE. ¿Qué pretenden los tribunales? Acaso que ofrezcamos la otra mejilla si mancillan nuestros principios. ¡Jamás! Jamás, cederemos el poder a rojos, mujeres y homosexuales.
Si te opones a la condena y no quieres quedarte callado, haz valer tu opinión pinchando en el apartado de anuncios Google, que aparece al final de esta entrada. Y que Dios te bendiga.
2 opiniones inteligentes:
Dios mio!!!! Solo espero que el tono de este post sea totalmente irónico.... con la iglesia hemos topado......
Desgraciadamente el tono del post depende del lector. Por suerte (para ti misma) te suena irónico.
Yo estoy esperando ansioso el siguiente capítulo donde los obispos deben decidir si echan a FJL de la COPE.
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