Prudencio y Clara unieron hoy sus vidas en santo matrimonio. Durante años sus padres tramaron este virtuoso destino, apartándolos, desde niños, de los caóticos tumbos de la casualidad. La bella ceremonia fue el acontecimiento del año en la comunidad católica local, cuyo buen nombre mantengo alejado de comentarios profanos. Como destino de su luna de miel, los novios eligieron la habitación grande del campamento cristiano de primavera; lugar vedado a su presencia durante una década, pero no a su imaginación. El resto de los jóvenes de la congregación comentan entusiasmados la novedad, mientras los recién casados se disponen a inaugurar las jornadas de esparcimiento y meditación. El primer juego de la tarde es "Quiero tirar al pozo...". Prudencio, que no puede disimular su vocación teológica, lanzó el manoseado Corán que encontró en los baños de su antiguo colegio. Clara, más práctica, se deshizo de su colección de flyers de sectas paganas, acumulados con paciencia para una ocasión como esta. Las actividades no cesaron hasta la caída de la noche, que sorprendió en sus divertimentos a los adolescentes. Prudencio y Clara se encerraron en la alcoba ante la casta mirada de sus compañeros. Sentados sobre la cama, Prudencio mostró a Clara el manojo de naipes que escondía en los bolsillos de la chaqueta, pasatiempo prohibido durante los rigurosos años de colegio. Barajaron las cartas hasta la madrugada. Despertaron cansados, pero felices, a la mañana siguiente.
En el alféizar de la ventana, la paloma reposa absorta en sus pensamientos. Los cristales, herméticamente cerrados ante esta esplendorosa mañana primaveral, envían una señal inequívoca: el nuevo Mesías no debe nacer en el seno de una familia tan mojigata. En estos tiempos convulsos, el Salvador no puede estar sobreprotegido por sus padres. El Redentor precisa, además de un indiscutible sex appeal, de grandes dotes de vitalidad. Quizá, Europa no sea una buena elección. Quizá, desistieron demasiado pronto de Jerusalem, desilusionados porque los dos últimos enviados de Dios muriesen bombardeados. Sorprendida mirando hacia el fondo del pozo, la azorada paloma alzó el vuelo tan pronto salieron al patio los primeros jóvenes. ¡Milagro, milagro!, gritaban los chicos mientras corrían a informar al Padre.
17 opiniones inteligentes:
No sé si mi opinión será inteligente, tu cuento sí que lo es sin lugar a duda. Me has llevado de la mano de tus palabras a través del ambiente sofocante de la casa de los novios al pensamiento claro y lógico de la paloma. Lo que no se esperaba el espiritual animalito, ni esta lectora tuya, fue que su espantada diera lugar a una nueva leyenda.
Muy bueno. Ha valido la pena madrugar.
Un abrazo.
Hola Serio, estoy encantada de verte por aquí de nuevo.
Voy a poner tu enlace en la lista porque has escrito un relato que es una pasada de bueno.
Un abrazo
Serio, !!Cuanto me alegro de tu vuelta!! Y ademas,has vuelto, y de que manera....
El relato de Prudencio y Clara es muy apropiado para esta semana santa,ja,ja,
si no fuera porque luego piensa la paloma que el nuevo Mesias no puede nacer en una familia tan mojigata.
Bien, buena deducción.
Me ha encantado tu relato, a primera vista parece fantastico pero...en este tema a veces la realidad supera a la fantasia.
Un besito
Desde luego que el próximo Mesías mejor que nazca en La Habana si quiere convinar verbo fácil y conocimientos mundanos.
Buena carga de profundidad.Tanto el continente como el contenido del relato es una pasada.Como digo siempre,viva la inteligencia bien entendida y sobre todo la ironía.Un saludo.
precioso relato, muy adecuado para esta epoca y muy escrito, nos llevas de la mano de una trama a la otra, y la deduccion de la paloma pues simplemente genial... la subrayo... no se puede sobreproteger demasiado
Un cuento más que interesante. Bien narrado y con una trama que evoca tiempos antiguos. El final es lo más sorprendente, pero genial.
Un abrazo de sábado literario
Jo, has conseguido aunar propuesta, cuento, moraleja, Semana Santa, primavera, religión... Y todo en unas pocas líneas magistrales.
Enhorabuena, chico, chapeau.
La paloma no podía faltar y no faltó.
Besos itinerantes, sigo ruta.
Salednar (es la palabra de verificación que me sale; qué curioso, parece árabe.
Hola Serio.
Mi opinión es que has hecho un buen relato. Y la paloma, un toque de libertad.
Un abrazo
Me gustó mucho tu relato. Una participación muy diferente y especial en esta excursión. Me gustó tu humor, me hiciste reír y, como otras veces... pensar.
Apapachs
p.d.
Por si no regresas a mi blog, respondo a tu pregunta: los tiro juntos, a todos en un mismo saco y luego sello el pozo para que nada salga. El orden en que mencioné las cosas fue solo la forma como las fui pensando.
Apapachos
Serio, acabo de leer tu comentario, no te preocupes, se participa cuando uno puede.
Es un relato que estremece y hace sonreír, (al menos yo con el Corán me he reído)
Un saludo,
Juanma
Menudo relato nos has contado. No hay lista de cosas a tirar al pozo pero tu escrito ha merecido leerlo.
Me ha gustado el simbolismo que encierra esa historia de Prudencio y Clara y por supuesto la paloma.
Un abrazo amigo.
tus comentarios que leo por ahí,son otro disfrute
repito, porque por alguna razón el primer comentario no salió: vine a buscarte al fondo del pozo donde me dijiste en mi blog que estabas y me encontré con este fantástico relato que disfruté y me llevo rondandome en la cabeza, y es cierto el nuevo´mesías no puede nacer una familia así. un beso.
Por lo menos el embarazo de en esa pareja sería obra divina de todas todas jjj. Vaya privilegio el de elegir padres!
Saludos.
el c0mentari0 que te hag0: tus dat0s pers0nales l0s he enviad0 a una pers0na imp0rtante pa mi que ah0ra esta malita y en la cama...es de asma...estara pr0ntr0 c0nmig0...per0 es para que cuand0 me llea, al men0s se s0nria..chic0, el ineligente eres tu...me call0.
gracias....añad0 tu enlace a mi bl0gger....
salud0s.....
per0 sere gilip0llas¡¡¡ si estas ya c0m0seguid0rrrr...beun0, mañana me metere enla h0rmig0nera y segur0que de esa me aclar0000
salud0s.
Me da la impresión, Sergio, que en vez de tirar al pozo lo que te sobraba, has puesto el pozo con lo de dentro para fuera. De cualquier manera, la sensación de claustrofobia la has bordado. Felicidades.
Saludos
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