El ocaso del hijo de Bush

La revista Vanity Fair revela declaraciones del expresidente Ronald Reagan que han hundido la "gestión" presidencial del hijo de Bush a los más bajos niveles de popularidad. "Que te disparen, duele", anotó el entonces líder republicano después de su intento de asesinato el 30 de marzo de 1981. A pesar del absoluto silencio de los medios masivos de comunicación en USA, la información se ha expandido a través de la blogosfera con la fuerza de un terremoto. En estos instantes millones de ciudadanos norteamericanos reclaman que han sido miserablemente engañados, al descubrir que los 650.000 iraquíes muertos en la guerra han sufrido dolor en sus últimos minutos. "No lo han explicado antes, y haber ocultado la información le debe costar el puesto en la Casa Blanca, porque nosotros votamos por él confiando en sus informaciones", gritan los manifestantes. "Disfrutamos mucho las imágenes de las guerras en Irak, y ahora sospechamos que esas personas bombardeadas por nuestras fuerzas no se sacrificaban por un futuro repleto de la democracia americana", nos comentan. "Ya verás tú que la bomba atómica es algo más que el hongo de humo que nos muestran en la tele", apunta otro.

Barack Obama, candidato a la presidencia en la próximas elecciones, ha hecho un llamado a la calma. "La comunidad negra norteamérica es muy sensible a esta noticia. Recuerden que los negros mueren con mucha mayor probabilidad en las películas de Hollywood", dijo en tono jocoso para intentar mitigar los ánimos. Por su parte, el exmandatario español José María Aznar interrumpió, otra vez, su cata de vinos en Valladolid para expresar "Malo es que descubran la mentira dos días antes de las elecciones, pero con un año a tu disposición se puede resolver favorablemente la situación".

El hijo de Bush está especialmente contrariado porque sea otro republicano quien ponga el punto final a su carrera política. Reagan no es un republicano legítimo, de hecho su afiliación inicial fue por el partido demócrata", lo consuela su padre. "Pero es el único expresidente de Estados Unidos que tiene un coeficiente intelectual cercano al mío", llora amargamente el actual "mandatario". "Aun superas a Homer Simpson, y él no pierde popularidad", replica el cabeza de familia, "Cheney se encargará de todo. Me comentaron que el Departamento de Defensa ya prepara el lanzamiento de la balas analgésicas, que asegurarán una muerte sin dolor a nuestras futuras víctimas". "¿Crees que debemos retirarnos de Irak?", pregunta entre lágrimas. "No, hijo, no podemos perder todo ese petróleo sólo por unas notas en un diario. Ya tus asesores te informarán lo que debes hacer", responde con cariño el padre.

Fuentes cercanas a la Casa Blanca comentaron que el más célebre de los hijos de Bush se ha visto forzado a extender su jornada laboral en 15 minutos, para alcanzar el record para su mandato de 45 minutos de trabajo diario. Pero acotan, "Este exceso es peligroso para su salud, porque el estrés generado requerirá incrementar el consumo de alcohol, y un por ciento mayor de esa sustancia en su sangre se puede notar aun más en su ya enmarañado léxico".

Por otra parte, la maquinaria propagandística del gobierno engrasa nuevamente su armamento pesado. Se especula en medios de Hollywood que se rueda a toda prisa una nueva versión de Rambo, esta vez luchando contra Al-Qaeda. A la red se ha filtrado un fragmento del futuro filme donde Rambo le comenta a Bin Laden, después de vaciar en su pecho el cargador de la ametralladora: "¿Es que no te hacen daño las balas?". "Al comienzo me dolían mucho, pero luego de tantas heridas, he llegado a acostumbrarme", responde con malévola sonrisa el líder extremista.

El mundo vive consternado el desencadenamiento de la única fuerza que puede acabar con la era Bush. Desde aquí continuaremos informando. Usted, tiene ahora la palabra.